Esta pasión nunca paró, y cuando llegó la hora de decidir si seguía estudiando, sabía que lo único que quería hacer era estudiar Bellas Artes. El abanico de posibilidades de crear se me abrió y me especialicé en pintura y diseño. Hice un Master en Dirección de Arte en Publicidad que me me dió conocimientos nuevos.
Después de varios trabajos decidí emprender con distintas aventuras, hasta que me casé y decidí usar todos mis conocimientos para crear absolutamente todo para nuestra boda. Y unos años después a finales del 2019, me lancé al 100%, a ofrecer mis servicios como
Diseñadora de invitaciones de boda personalizadas y gracias a cada uno de los trabajos que voy haciendo, me siento más segura y feliz de mi decisión.
Y como muchas cosas en la vida, la personalización de converse surgió por casualidad. Una amiga me pidió que le pintara sus Converse para la hora del baile de su boda. Y como los retos me encantan, pues me lancé. Y al enseñar las de ella, me surgieron otras, y luego otras... Y estoy disfrutando muchísimo de esta parte tan artesanal y artística que tanto me gusta. Es una preciosa manera de llevar arte en tus pies y contar tu historia en ellos.
Por todo ello, he lanzado mi última propuesta de invitaciones de boda artísticas, con la que quiero unificar 50% arte, 50% diseño, mis dos pasiones y con lo que aporto una visión nueva y creativa de las invitaciones, más especiales que nunca.
Esta es mi historia, ¿me cuentas la vuestra?
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